Una mujer de Litchfield Park, Arizona, fue condenada a 102 meses de prisión federal por su papel en lo que el Departamento de Justicia describe como uno de los mayores esquemas de fraude informático ligados a Corea del Norte jamás procesados en Estados Unidos.
A case is making national news today: Arizona Woman Sentenced for $17M Information Technology Worker Fraud Scheme that Generated Revenue for North Koreahttps://t.co/fw2dfaDC8g pic.twitter.com/CxRj3VppRt
— FBI Phoenix (@FBIPhoenix) July 24, 2025
Su nombre es Christina Marie Chapman, y durante años ayudó a trabajadores de TI norcoreanos —que se hacían pasar por ciudadanos estadounidenses— a conseguir empleos remotos en más de 300 empresas estadounidenses. Y no se trataba de empresas pequeñas: un canal de televisión del top 5, una empresa tecnológica de Silicon Valley, fabricantes aeroespaciales, grandes marcas de retail, y hasta intentos de infiltrarse en agencias gubernamentales.
¿El objetivo? Generar millones para el régimen norcoreano, eludir sanciones, robar identidades estadounidenses y engañar a compañías del país haciéndoles creer que el trabajo se realizaba dentro de EE.UU. (cuando no era así).
Chapman operaba lo que las autoridades describen como una “granja de laptops” desde su casa. Recibía computadoras portátiles enviadas por empresas estadounidenses y las alojaba físicamente en su hogar, simulando que el trabajo remoto se hacía desde Estados Unidos, cuando en realidad los dispositivos eran utilizados por operativos norcoreanos en el extranjero —algunos incluso terminaron en una ciudad china fronteriza con Corea del Norte.
Los números son impactantes:
- 309 empresas afectadas
- 68 identidades robadas
- 49 laptops enviadas al extranjero
- Más de 17 millones de dólares generados
Esto no fue un pequeño fraude: fue un crimen internacional con serias implicaciones para la seguridad empresarial y nacional. El esquema incluía cheques de nómina falsificados, declaraciones de impuestos fraudulentas, y lavado de dinero a través de cuentas bancarias en EE.UU. antes de transferir los fondos al extranjero.
El Departamento de Justicia fue contundente. Funcionarios afirmaron que Chapman ayudó directamente a un gobierno hostil, poniendo en riesgo la seguridad nacional al brindarle a Corea del Norte acceso económico a través de empresas estadounidenses. No era una víctima ingenua: se declaró culpable de conspiración para cometer fraude electrónico, robo de identidad agravado y lavado de dinero.
Además de la sentencia de prisión, Chapman deberá pagar cerca de $500,000 dólares en restitución y decomisos, y enfrentará tres años de libertad supervisada.
El mensaje de parte del DOJ, FBI e IRS es claro: este tipo de fraude —especialmente cuando beneficia a gobiernos extranjeros enemigos— tendrá consecuencias graves.
Para las empresas, esto es una advertencia directa: verificar a empleados remotos ya no es solo tarea de recursos humanos—es una cuestión de seguridad nacional.
Este caso es una prueba de que, en el mundo actual, las amenazas cibernéticas no solo vienen de hackers desconocidos. También vienen de personas que aprovechan vulnerabilidades en los procesos de contratación, verificación de identidad y acceso remoto.
Mantente alerta. Revisa bien a quién contratas. Y si alguien se ofrece a “alojar” la laptop de tu empresa en su casa… mejor piénsalo dos veces.